miércoles, 10 de febrero de 2010

Desarrollo de tecnología laser y armas atómicas en Irán

A continuación se puede ver al presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad y el ministro de Industria Ali Akbar Mehrabian durante su visita a la exposición de ciencia y tecnología láser, celebrada en Teherán el pasado domingo 7 de febrero.

Durante este encuentro, Ahmadineyad dió a conocer su decisión de iniciar la producción de uranio enriquecido al 20%, lo que le permitiría dar un paso más hacia la fabricación de armas atómicas (Para estas el uranio ha de enriquecerse hasta el 90%). El presidente iraní también afirmó que Irán tiene la capacidad de enriquecer uranio mediante tecnología láser.

Si bien Irán necesita ese combustible nuclear para su reactor de investigación, ha puesto todo tipo de objeciones a la oferta de las seis grandes potencias (EE UU, Rusia, China, Reino Unido, Francia y Alemania) de facilitárselo a cambio del uranio que sus científicos han enriquecido al 5%.

Por otra parte, no está claro que Irán tenga capacidad técnica para encapsular el combustible nuclear en los cilindros que necesita para su reactor de investigación, fabricado en EE UU hace 40 años. Una de las funciones de este reactor es la producción de isótopos de uso médico.

La oferta que le hicieron en octubre pasado Rusia y Francia consistía en reenriquecer hasta el 20% y encapsular 1.200 kilos de uranio poco enriquecido producido en Irán.

La oferta, inicialmente aceptada, consistía en sacar de Irán dos tercios de su producción de uranio durante un año. Pero la oposición interna que Ahmadineyad encontró le obligó a dar marcha atrás, modificando los pormenores de este intercambio.

Otro elemento que genera desconfianza es el continuo alarde de proezas armamentísticas del gobierno iraní. Tras lanzar durante el último año varios cohetes experimentales, se anunció el sábado el inicio de la fabricación en serie de los misiles Tufan-5 y Qaem. El primero es un proyectil tierra-tierra antiblindaje, capaz de destruir carros de combate y transportes de tropas. El segundo está destinado a la destrucción de objetivos aéreos a baja altitud como los helicópteros.

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